Muestra Nacional de Arte de Puerto Rico-09

Instituto de Cultura Puerorriqueña, Arsenal de la Puntilla, Viejo San Juan

Por Manuel Álvarez Lezama | abril 08, 2010

Aunque se produce con enorme irregularidad, la Muestra Nacional de Arte de Puerto Rico es un evento esperado y bienvenido por los amantes de las artes visuales de esa isla ya que les da una idea − a veces caprichosa − de lo que está ocurriendo en esos complejos y siempre cambiantes/controversiales, espacios creativos. Para que una muestra nacional de arte sea buena, tiene que refle- jar no lo que está ocurriendo en el campo de las artes visuales de un país, sino lo mejor, más original, más provocador que está ocurriendo en ese momento preciso en esa sociedad. No puede haber «vacas sagradas», no puede haber caprichos ni favoritis- mos. Tiene que ser una radiografía honesta de la realidad que nos aclare dónde estamos en comparación con lo que se está hacien- do en otras partes de este planeta globalizado. Si partimos de esta premisa, lo que se expuso en la Muestra Nacional de Arte de Puerto Rico-09, fue bastante bueno.

Elsa María Meléndez. De la memoria: la quimera de un despojo, 2008. Instalación/Installation.

Aunque la coordinación del evento estuvo bastante desorgani- zada y los jueces no eran figuras que brillaran ni por su cono- cimientos ni por su importancia dentro del mundo de las artes visuales, la presentación de obras − que iban desde aburridísi- mos y trasnochados videos, pésimas fotografías de princi- piantes que nada tenían que aportar, hasta «muñequitos» que se cuelan en cada feria y en cada bienal como desagradables pla- gas de mediocridad, bochornosas pinturas abstractas hasta obras verdaderamente excelentes y retadoras, que han logrado que los inteligentes se atrevan a construir sus propias lecturas y comiencen interesantes diálogos con las estéticas y éticas actuales − fue buena.

Se presentaron a la convocatoria más de 350 artistas. De éstos, 111 fueron escogidos. Aparte de unos excelentes veteranos − Domingo Izquierdo, Elizam Escobar, Sylvia Blanco, Carmelo Fontanez, Dhara Rivera, Rafael Trelles, Héctor Mendez Caratini, Julio Suárez, Fernando Colón, Frances Pico, Carmelo Sobrino, Aarón Salabarrias, Ada Bobonis, Carlos Rivera Villafañe, Néstor Otero/Annex Burgos y Charles Juhazs −, las mejores obras/pro- puestas, por su fuerza, excelencia, originalidad y poder de provo- cación, fueron las de Aby Ruiz (pintura), Jason Mena (fotografía), Iván Girona (pintura), Cristina Córdova (escultura), Bobby Cruz (pintura), Rogelio Báez (pintura), Martín García (xilografía), Carlos Gil Rivera (escultura), Edgardo Larregui (pintura/collage), Karlo Ibarra (video), Sofia Maldonado (medio mixto), Ramón Miranda Beltrán ( fresco fotográfico), Marta Mabel Pérez (fotografía), Isabel Ramírez (instalación), Brian Rivera (pintura), Quintín Rivera (fotografía), Christopher Rivera (xilografía), Jaime Rodríguez Crespo (instalación), Manuel Rodríguez (maqueta/instalación), Garvin Sierra (xilografía/instalación), Omar Velásquez (xilografía) Radares Figueroa (pintura) y Chezelle Torres (esculturas). Esperamos que la Muestra del 2009 nueva le enseñe al Instituto de Cultura Puertorriqueña a corregir sus errores. No se puede dejar todo para última hora. Lo mismo le pasó con la Trienal Poligráfica de San Juan. Sugerencia: creo que es un enorme conflicto de intereses que la directora de Artes Plásticas, que auspicia la Muestra Nacional de Arte de Puerto Rico, sea miembro del jurado.