LA RETROSPECTIVA DE MANUEL MÉRIDA EN PARÍS

Durante casi cincuenta años, Manuel Mérida ha desarrollado una técnica única sobre las múltiples posibilidades que ofrece la materia. Espace Meyer Zafra presenta una exposición retrospectiva bajo el título “Rétroviseur”. En esta ocasión, la galería publicará el primer catálogo Raisonné del artista con textos escritos por Matthieu Poirier, historiador del arte y curador especializado en arte cinético, y Valentina Locatelli, historiadora del arte y especialista en arte sudamericano.

LA RETROSPECTIVA DE MANUEL MÉRIDA EN PARÍS

Manuel Mérida, artista venezolano nacido en 1939, se trasladó a París en 1968. Formado en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, Venezuela, se convirtió en uno de los mejores representantes de la corriente informalista y del arte gestual de su país. A través de su obra, evita ofrecer una visión fija y única, jugando con las variaciones de materia coloreada como pigmentos, arena, polvo de carbón, partículas de madera, madera pintada o metal pintado que subliman sus monocromos. Las obras son constantemente móviles y se realizan en varias formas, tamaños y colores.

 

Las piezas expuestas en Rétroviseur están animadas por la mano del espectador al igual que la obra de Peinture Cinétique. En cuanto a los activados por un motor, se mueven lentamente, como Orange Circle Signalisation. Por lo tanto, la experiencia del espectador está en el centro de esta exposición. Ya sea por activación manual o por la acción de un motor, el espectador está invitado a participar plenamente en la obra hipnotizante de Mérida.

Cada movimiento genera un nuevo monocromo inesperado; La materia orgánica se invierte creando formas renovadas hasta el infinito. Así, Manuel Mérida utiliza las potencialidades del azar para crear una obra en perpetua transformación. Las imágenes formadas por el material giratorio proporcionan un efecto calmante al espectador que las mira.

Pintor, decorador, publicista y escenógrafo, Manuel Mérida se formó en la Escuela de Artes Plásticas Arturo Michelena de su ciudad natal bajo la égida del profesor de pintura Braulio Salazar, figura clave en la carrera de Mérida. Considerado como un pintor informal en sus inicios en los años sesenta, su obra fue reconocida en su país de origen pero su afán de experimentar más lo empujó a partir de Caracas hacia París en 1968. Su obra nació de este viaje. A su llegada a París, se incorporó al estudio de Carlos Cruz-Diez. Mientras trabaja para el maestro venezolano, Mérida está en total experimentación, sin saber lo que busca. Múltiples discusiones con Cruz-Diez y su visión del arte cinético le permiten comprender los principios fundacionales de la cinética y, en particular, percibir la importancia que ese movimiento podría tener en su obra.

 

A lo largo de las décadas de 1980 y 1990, Mérida prosiguió sus experimentos materialistas encerrando todo tipo de materiales en sus estuches giratorios: no solo pigmentos y serrín, sino también cola, vidrio, polvos metálicos, madera pintada, fragmentos de tejas, alambres, etc." explica Valentina Locatelli. “A diferencia de Soto o Cruz-Diez, a Mérida no le interesa el proceso de desmaterialización ni las ilusiones ópticas basadas en la interacción de luz y vibraciones; prefiere trabajar con elementos concretos y tangibles para, sobre todo, destacar su materialidad. En este contexto, sus trabajos tanto en publicidad como en escenografía terminaron convirtiéndose en una importante inversión en su carrera, ya que proporcionaron al artista un conjunto completamente nuevo de habilidades técnicas y prácticas, un profundo conocimiento de los materiales, la mecánica y, sobre todo, un arraigado sentido del espacio y la arquitectura, que se convertiría en la clave de las grandes instalaciones de Mérida hasta el día de hoy”, agrega.

Desde su apertura en 2000, la galería Espace Meyer Zafra se ha especializado en exhibir artistas latinoamericanos y europeos en arte óptico, cinética y abstracción geométrica. Bajo la guía del maestro venezolano Jesús Rafael Soto, Liliane Zafrani, directora de la galería, decidió embarcarse en este viaje artístico con un espacio emblemático ubicado en el corazón del distrito histórico Le Marais, en París. Posteriormente, la galería comenzó a representar a la primera generación de Maestros del arte cinético y luego llegó la segunda generación de creadores: compuesta principalmente por latinoamericanos, algunos de los nombres incluyen a Francisco Salazar, René Ugarte, Manuel Mérida, Cesar Andrade y Dario Pérez Flores.