_México Inside Out: Themes in Art Since 1990_

Modern Art Museum of Fort Worth

Por Barbara Kevles

México Inside Out: Themes in Art Since 1990 (México de adentro para afuera: Temas en el arte desde 1990), la muestra que se exhibe en el Museo de Arte Moderno de Fort Worth, está considerada la mayor exposición de arte contemporáneo mexicano que se presenta en Estados Unidos en más de una década.

_México Inside Out: Themes in Art Since 1990_

Organizada por la visionaria curadora Andrea Karnes, con apoyo logístico de la curadora adjunta Alison Hearst, esta exposición emblemática presenta más de 60 obras – incluyendo cinco que fueron creadas especialmente para el Museo de Arte Moderno – de casi dos docenas de artistas mexicanos o de “expatriados” que viven y trabajan en la ciudad de México y sus cercanías, pero que exponen en los centros de arte del mundo, desde Nueva York, Londres y Venecia hasta Moscú y Seúl.

Las generaciones de artistas instruidos residentes en México y nacidos con posterioridad a 1960 que maduraron en los noventa, expresan sus críticas sociopolíticas-culturales libres de las trabas de pasadas restricciones. Los realistas sociales auspiciados por el Estado, que habían decorado edificios gubernamentales con escenas históricas propagandísticas, casi no tienen descendientes entre ellos. Predomina el conceptualismo de raíces europeas, pero profundamente transformado por la experiencia cotidiana de Latinoamérica, exaltando el proceso de la mente sobre el objeto. Tal es el caso del destacado artista conceptual Abraham Cruzvillegas, quien jamás utiliza el objeto encontrado como se lo ve normalmente, sino en el contexto de una escultura en la cual dicho objeto adquiere, para el espectador, un significado abstracto.

Con coraje, ingenio y pródiga creatividad, las obras exhibidas en Mexico Inside Out hacen alusión a preocupaciones de orden regional y nacional relativas a fronteras, disturbios sociales, violencia, obsolescencia, modernidad, revolución, y desintegración urbana. De allí el significado de los opuestos comprendidos en el título Mexico Inside Out (México de adentro para afuera), que hace referencia a temas locales abordados por las obras que se conectan hacia el exterior con problemas globales.

El estilo de conceptualismo mexicano se encuentra bien representado por la primera galería dedicada a las impresiones fotográficas, en técnica mixta y digitales sobre temas deportivos de Gabriel Orozco, una influencia fundamental con una producción prodigiosa. Sus instantáneas a color de residuos urbanos escultóricos obtenidos en el curso de nómades exploraciones callejeras, tales como un poético primer plano de una pelota de fútbol desinflada que sirve de recipiente para agua estancada sugiriendo obsolescencia, abrieron el camino para que futuros artistas utilizaran objetos ordinarios y banales en arte. Así, en Vulnerabilia (casi ), Jonathan Hernández yuxtapone múltiples fotografías de periódico de apretones de mano entre líderes mundiales para representar la teatralidad de la política y de las promesas inconsistentes. En The Messiah Complex (El complejo de mesías), Joaquin Segura capta en dibujos en carboncillo meticulosamente detallados imágenes de bombas caseras confiscadas o fallidas, contenidas en bolsas para sándwiches ordinarias; una riñonera; una mochila, que conectan al extremismo y la violencia religiosos con el terrorismo implícito.

Siguiendo la tradición de Marcel Duchamp, Teresa Margolles recuerda a las víctimas del cártel de Culiacán, su ciudad natal, que alberga a la industria del narcotráfico en México, una industria de 25 billones de pesos, por medio de un emblemático monumento a las guerras de la droga. Su instalación minimalista Muro Baleado/ Shot Wall (Culiacán ), nunca antes vista en Estados Unidos, a la que Andrea Karnes califica como “una obra fundamental en su carrera”, es la pared original de bloques de concreto, de casi 7 pies de altura y acribillada a balazos, detrás de la cual dos policías de Culiacán perdieron sus vidas. “Cada persona es una tragedia”, dice la ganadora del premio internacional Artes Mundi, cuyas obras evidencian su preocupación por la muerte.

En Biographia Literaria, Samuel Taylor Coleridge , el poeta y crítico inglés, describe la imaginación como un poder modelador y modificador capaz de sintetizar las percepciones y transformarlas en una nueva totalidad. El conceptualista Abraham Cruzvillegas emplea este poder transformador en su escalofriante escultura cónica de más de 5 pies de altura, El JJ, que lleva por título el apodo del lugarteniente de un capo de la droga. Compuesta por cocos de varios tamaños con largos cabellos adheridos que cuelgan, fue creada para una exposición en honor del galardonado escritor chileno Roberto Bolaño, cuya última novela, 2666, dramatizaba los asesinatos de cientos de mujeres y adolescentes en Ciudad Juárez. Los “cocos” (en español, tanto el fruto del cocotero como la cabeza) de todos los días, enhebrados desde el cielorraso como un racimo de uvas, evocan agudamente recuerdos de calaveras victorianas y mexicanas.

Al escribir sobre la obra maestra de Picasso, Guernica, el crítico Donald Kuspit expone la teoría de que Picasso aplicó “la estética en contra de la barbarie”, a fin de sobrevivir a esa atrocidad. De modo similar, en la instalación de Artemio subtitulada ( Retrato de 450 mujeres asesinadas en Ciudad Juárez ), el artista resalta, para contrarrestar la barbarie, no las tumbas sino la tierra excavada de estas tumbas, resultado del delito de femicidio cometido contra las trabajadoras de las maquiladoras. Un enorme túmulo compuesto por 27.000 kilos de tierra de Juárez – el equivalente del total del peso promedio de las 450 mujeres asesinadas – se transforma en un antiguo sepulcro atemporal que alcanza los 16 pies de altura del techo de la galería.

El artista nacido en Texas Thomas Glassford lleva al conceptualismo a alturas monumentales con tres impresionantes obras nuevas en las que utiliza “readymades”, el concepto popularizado por el artista conceptual Marcel Duchamp de elevar objetos comunes de producción masiva a la categoría de arte. Dangler, una ristra de platos de cafetería corrientes y de fabricación masiva, suspendida del cielorraso, ancla estas obras en la galería más grande. Contra las paredes laterales se encuentran estructuras autoportantes y en el centro de la sala, mangos de escobas usadas – elementos de la vida cotidiana – forman una rejilla posminimalista compuesta por los mencionados mangos en desvaídos tonos de rosa, azul o verde dispuestos en series y apoyados sobre los estantes de bibliotecas metálicas de tres pisos ( Untitled Collection/Colección sin título), o firmemente atados en forma de columnas con acero y acrílico transparente ( Stela 1K). La mera cantidad de banales cabos de escoba repitiéndose interminablemente sugieren una sociedad rígida, atrapada y despersonalizada en un México que atraviesa una difícil situación económica.

Pocas pinturas pueblan la muestra. La artista de origen británico Melanie Smith obtuvo inspiración para sus perturbadoras pinturas sobre Plexiglas de la serie Vanishing Landscape (Paisaje evanescente), incluida en su video Spiral City (Ciudad Espiral), creado conjuntamente con Rafael Ortega durante un vuelo en helicóptero en los alrededores del aeropuerto de la Ciudad de México. Las pinturas de Smith que acompañan al video reflejan las vistas aéreas tomadas durante el ascenso del helicóptero – desde la distintiva cuadrícula de calles hasta una ciudad casi borrada por el nocivo smog como símbolos de desintegración urbana o de la desintegración de una nación.

Un tercio de los artistas han creado videos de entretenimiento que contienen declaraciones sociopolíticas implícitas. En el inventivo filme en dos partes de Gustavo Artigas, Rules of the Game (Reglas del Juego), un juego de pelota al lado de una cerca fronteriza y un partido de fútbol y otro de baloncesto jugados simultáneamente en la misma cancha ilustran los temas de Artigas referentes a las posibilidades de separación o de integración de equipos, sociedades y culturas a pesar de la existencia de estructuras de poder en conflicto.

El artista conceptual nacido en Bélgica Francis Al̎ÿs aborda las políticas que se aplican en las relaciones entre Estados Unidos y México en su hilarante video icónico Rehearsal 1/ (Ensayo I). Mientras un ensemble de bronces ensaya en la banda de sonido, un Volkswagen Escarabajo rojo brillante aparece de un salto dentro del cuadro y se esfuerza por trepar por un camino de tierra en un empobrecido barrio carenciado cercano a la frontera entre Estados Unidos y México. Cuando los músicos hacen una pausa para afinar sus instrumentos o charlar, el automóvil se desliza hacia atrás por la barranca. La música recomienza y el automóvil vuelve a ponerse en marcha. Este reiterado intento estilo Sísifo y el fracaso en completar una acción sujeta al capricho de una banda distante, se convierte en una metáfora graciosa sobre el progreso ambivalente de México hacia la modernidad con la ayuda vacilante de su socio estadounidense.

En el predio del Museo de Arte Moderno, una nueva intervención escultórica en técnica mixta del colectivo Tercerunquinto, compuesto por tres integrantes, saluda a los conductores en cuatro intersecciones viales. Las letras de imprenta talladas en un bloque gris de 6,5 pies de altura deletrean las palabras MALA MEMORIA. Una introducción apropiada para los temas importantes e insoslayables perpetuados en la valiente y exhaustiva exposición retrospectiva de arte mexicano contemporáneo de la década de 1990 hasta el presente.

La muestra también incluye obras de Eduardo Abaroa, Edgardo Aragón, Minerva Cuevas, Daniel Guzmán, Damián Ortega, José Jiménez Ortiz, Gabriel Kuri, Miguel Monroy, Yoshua Okón, Naomi Rincón-Gallardo, Idaid Rodríguez y José Antonio Vega Macotela.