Jorge Cabieses

IMÁGENES ENCONTRADAS ...Y CREADAS

Por Luis Lama | mayo 10, 2010

La obra de Jorge Cabieses es una de las que tiene mayor trascendencia dentro de esa generación que intenta renovar las formas de ver y de hacer arte en el Perú. Para una aproximación más acertada de su obra es indispensable comprender que su formación tuvo lugar en esos años de incertidumbre política donde una dictadura civil pretendía entronizarse trayendo consigo los desmanes del poder absoluto. En ese entonces nuestros artistas trabajaron sus imágenes mostrando una definida posición ideológica y Jorge Cabieses, que en esos momentos tendía a hacer una pintura expresionista, abordó el grabado para elaborar un coherente discurso político cuyos primeros resultados se verían en un impresionante grabado que mostraba al Chapulín Colorado teniendo como fondo el escudo del Perú.

Camper, 2007. Mixed media on canvas, 35.4 x 70.8 in. Técnica mixta sobre tela, 90 x 180 cm.

Eran tiempos en los cuales en Lima podía tomarse contacto con los artistas visuales del exterior gracias a las Bienales de Lima, en las cuales Jorge Cabieses fue coordinador, trabajando con invitados internacionales y teniendo de esta manera un intercambio que no dudo tuvo que ser prolífico para los involucrados. Luego de experiencias aisladas, y sobre todo, luego de una práctica intensiva en el Taller “Perú Fábrica”, Jorge Cabieses encontró una forma de expresar lo que en ese momento era el objeto de sus posiciones como artista frente a su sociedad. Quería fusionar la pintura y la serigrafía para crear nuevas imágenes que hubieran podido ser relecturas post modernas de Rauschenberg o Warhol, pero que indudablemente eran resultado de un artista peruano poseedor de un conocimiento universal.

Sin embargo, en lugar de ser una reproducción en términos neopop que de una u otra manera fue la filiación primaria de esta obra era infinitamente más complejo lo que se apreciaba en unas piezas donde indagaba sobre soportes inéditos entre nosotros - conglomerados de espuma sintética para colchones o sobre telas floridas y multicolores los íconos resultantes de nuestros mitos urbanos, ya sean religiosos, deportivos o del folklore. Fue con esta serie que destacó en el concurso de Telefónica y que posteriormente exhibiría en Resistencias, una exposición de arte peruano contemporáneo en Casa de América en Madrid.

Paulatinamente se sucedieron los compromisos y su obra se fue volviendo más compleja a medida que profundizaba en la experimentación serigráfica. Con el dominio de la técnica adquirida con sus indagaciones en el grupo Fábrica, derivó a la búsqueda de imágenes en publicaciones o sobre paredes de barrios populares, profundizando simultáneamente la fusión entre serigrafía y pintura a la cual permaneció fiel durante los siete últimos años de su carrera. La recolección de esta iconografía convirtió a Cabieses en una suerte de arqueólogo de la cultura popular, integrando sus hallazgos en piezas cada vez más complejas. De este proceso de indagaciones mediáticas Jorge Cabieses derivó a una etapa de recontextualización de la señalética, de la cual es memorable la serie dedicada a las instrucciones que se dan en los aviones como medidas de precaución. Este conjunto de obras que daría lugar a la serie Boarding Pass, exhibida en 2004 en Galería Punctum, concitó un especial interés debido a que por primera vez en las artes contemporáneas del Perú se veía una fusión tan lograda entre lo local y lo internacional en una obra cuya racionalidad estaba lejos de anular la poesía de determinadas imágenes reproducidas y contrastadas con los planos de color, como ocurrió con su primera muestra, Instrucción Manual en la galería Artco. En ella se avizoraba el futuro camino que recorrería: Grandes formatos, polípticos de resultados cercanos al espíritu de los collages dadaístas, en los que sobresalía la integración de imágenes de apariencias radicales fusionadas a la perfección en un juego alucinatorio de formas y espacios.

Dos años después se vería un cambio radical en la Galería Lucía de la Puente. En 2006, en la muestra Post, se aprecia el inicio de la liberación de la señalética para abordar nuevas preocupaciones a través de una iconografía esencialmente universal, con la cual nos ubicaba en un no lugar que reunía diferentes símbologías en una fusión de elementos que un artista menos dotado no hubiera podido lograr con el nivel de acierto y el pleno dominio semiótico que Cabieses obtuvo.

En esta muestra presentó por primera vez sus memorables indagaciones en el campo de la cuatricromía, concentrándose en el grabado y prescindiendo de todo tipo de pincelada para trabajar sus personajes en una nueva forma de puntillismo que demandaba la concentración de nuestra retina para lograr la definición de las imágenes que estas superficies encerraban.

Hay que señalar que si bien algunas de las piezas de Post –así como las de su muestra posterior- pudieran tener un impacto que aparentaría derivado de la publicidad, hay en todos estos cuadros una poética particular, un refinamiento en el retrato de la imagen femenina, sobre todo cuando aborda un orientalismo que se vuelve sensual o nostálgico en el caso femenino, hasta volverse cromáticamente agresivo en su imagen de buda, una de las obras más acertadas de esta etapa de cuatricromías en la que hay una primacía de símbolos japoneses fusionados con los del mundo occidental.

Post pudiera considerarse como un punto de quiebre en la trayectoria de Jorge Cabieses, porque allí finalmente es posible apreciar los resultados de ese arduo proceso, de ese combate consigo mismo, en el cual cada artista se empeña para lograr decir lo que ha intentado durante largos años. Es una muestra en la cual ya se evidenciaba la llegada a una meta de resultados espléndidos y a la vez se avizoraban nuevos caminos a los cuales era posible derivar. Los nuevos rumbos se apreciarían en la siguiente exposición Mecánica popular II, que tuvo lugar el 2007 en galería Enlace. En ella veríamos cómo la cuatricromía de antaño había adquirido volumen, derivando de lo virtual a lo real a través del uso del papel picado, conocido entre nosotros como “pica–pica” en carnavales, que ahora servía como fondo de cuadros monumentales, creando con estas texturas puntillistas un sutil movimiento retínal que se oponía a la contundencia de una imagen impresa sobre el plano de color en un espacio en el cual la pintura iba adquiriendo cada vez mayor importancia. En “Mecánica...” Jorge Cabieses vuelve a recurrir a los conglomerados iniciáticos, aquellos hechos sobre espuma de colchones. Si con el “pica-pica” crea un conglomerado artesanal, también recurre al soporte industrial con los conglomerados de madera que le permiten una textura visual muy rica que servía de base a la iconografía trabajada sobre ellas.

Pero en Enlace también se apreciaron nuevas inquietudes, particularmente en el contenido de las imágenes, esta vez de escenas hogareñas propias de los año 50, creando un efecto que invocaba la nostalgia y a la vez, recurriendo a la escala, trabajaba por primera vez el vacío, dando prioridad a un espacio sobre el cual chorreaba una mancha de color azul. Con ese único elemento Cabieses nos traía de vuelta a nuestra contemporaneidad, porque la obra más que un pastiche está basada en el deliberado juego dialéctico en el que se enfrentan pasado y presente, fondo y forma, lo pictórico y lo gráfico, la imagen global y la nacional, convirtiendo a estas obras en una de las más complejas y de mayor interés de nuestra contemporaneidad.

En estas nuevas obras repetía una serie de apropiaciones que recontextualizaba en cuadros que convertían al artista en una suerte de fisgón –de nuevo la vocación arqueológica- que hurga en espacios impensados para encontrar aquellas imágenes con la cual pueda sustentar su discurso. Esto se pudo apreciar en la instalación de su última exposición, donde colgó en toda una pared innumerables cuadros de pequeños formatos con imágenes encontradas provenientes de distintas fuentes. De esta manera creaba un conjunto alucinatorio, de contrastes y metáforas irónicas, producto de tiempos donde la cultura local no escapa al sentido de lo global y lo erudito se nutre de lo popular. Esta unión de collage, calcomanías, dibujo, serigrafía y todos los medios que puedan estar al alcance de un artista de hoy terminaba evidenciando la permanente interacción entre la intimidad del taller y el mundo exterior.

En los últimos trabajos de Jorge Cabieses la serigrafía ha sido relegada por la pintura–pintura. La poética de antaño ahora reaparece con una pincelada suelta sobre complejos fondos, trabajando en capas para concluir con franjas que se desplazan libremente desde la parte superior del cuadro formando una suerte de enrejado que termina enclaustrando a la imagen.
Esta obra final, resultante de un eminente trabajo de investigación, ratifica el riesgo permanente tomado por un artista de extraordinaria coherencia que a lo largo de su trayectoria ha sabido recorrer ese camino paralelo entre lo personal y lo social para lograr una de las obras más ricas y complejas del arte contemporáneo en el Perú.

Perfil :

Nace en Lima el año 1971. Realiza su formación artística en la Escuela de Bellas Artes “Corriente Alterna” egresando el año 2000. Hasta el 2003 formó parte del colectivo PERÚ FÁBRICA donde incorpora la serigrafía como medio artístico. Ha realizado cuatro exposiciones individuales: “Instrucción manual” (Galería Artco,2003), “Boarding Pass” (Galería Punctum, 2004), “Post” (Galería Lucía de la Puente, 2006) y “Mecánica Popular 2” (Enlace Arte Contemporáneo, 2007). También ha participado en numerosas muestras colectivas en Perú, Estados Unidos, España y Alemania. Fue finalista en concursos como “Pasaporte para un Artista”, organizado por la Embajada de Francia en el Perú (2001, 2003 y 2006); en el Quinto Concurso de Telefónica (2001) y en el Concurso Phillips (2001 y 2002). Ha participado en Ferias Internacionales como: arteaméricas 2007, 2008 (Miami-USA), arteBA 2007 (Buenos Aires-Argentina), ArtBO 2007 (Bogotá- Colombia). Actualmente es profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Vive y trabaja en Lima, Perú. Es representado por la Galería Enlace Arte Contemporáneo.