Entrevista a Rosa de la Cruz
De Colecciones y Coleccionistas
Por
Bello, Milagros M.
Entrar en la residencia de Rosa y Carlos de la Cruz es someterse a un experimento perceptivo único. Encontramos grandes espacios de doble techo, con paredes de inmaculado blanco, espaciosos ventanales que dan a la bahía de Key Biscayne y sus destelleantes luces. La casa tiene un espíritu museográfico. No hay muebles que llenen de detalles el ambiente ni interfieran con las obras. En el salón, apenas un conjunto de muebles de última generación, cómodos y funcionales. Una amplia cocina, rodeada de amplios corredores con columnatas, alberga la inmensa colección de fotografías de la pareja. El espacio está en vibrante construcción. El segundo piso apenas está terminado: sólo la habitación de Rosa y de Carlos, y el entrepiso con más obras. Los bellos pisos de madera apenas están recubiertos por su barniz final. Las luces de halógeno prometen relevar a las obras de la nocturnidad. La biblioteca, con múltiples libros de arte, sólo contiene más obras. Predomina en el recinto un vacío que rememora los espacios interiores de un convento; el silencio y la levedad de un templo. Sólo que éste es un templo del arte donde el visitante se encuentra con los íconos y baluartes más importantes del arte contemporáneo. El arte latinoamericano actual toma posesión del lugar, pero también están el arte japonés, el norteamericano y el inglés de la contemporaneidad. La colección de Carlos y Rosa de la Cruz es un nuevo modelo para coleccionar arte. Su mirada coleccionistas se fija en el arte de finales del siglo XX y de comienzos del siglo XXI. Milagros Bello: í¿Cómo llegaste a concebir este espacio tan particular? ROSA de la Cruz: En la casa se fusionan el espacio privado del hogar y el espacio público del museo. No hacemos diferencia. Este espacio es importante como hogar, con sus íntimos aspectos, y como espacio artístico, que alberga las obras. Lo vivimos en sus dos dimensiones, sin separarlas. Es un espacio muy vivencial, con un modus vivendi muy particular. Recibimos amigos que, a su vez, disfrutan de la colección. Recibimos a coleccionistas o estudiosos, que también, están en nuestra casa. Esto no es un museo, es mi casa. MB: í¿Por qué no hay muebles? RdlC: Sólo están los muebles más necesarios: los del salón, los de nuestra habitación, el comedor o la biblioteca. No hay muebles porque es un espacio que juega con el vacío, creando un ambiente receptivo para las obras. MB: í¿Bajo qué criterio hiciste la casa? RdlC: Cuando compramos la propiedad en 1982, era un "ranch house" que destinamos al uso de nuestros hijos. De allí decidimos construir los salones por etapas sucesivas, que fueron dándose en la medida en que Carlos y yo fuimos concibiendo nuevas formas de vivir el arte y en la medida en que adquirimos las obras. Construimos la primera parte con los conocidos arquitectos Andrés Duany y Elizabeth Plater-Zyberk. La concepción dominante es la simetría y el orden; son espacios cúbicos, racionalmente perfectos. Para la segunda parte, invitamos al arquitecto Raúl Rodríguez (Rodríguez & Quiroga) quien concibió el espacio como una villa neopalladiana, de estilo renacentista. El tercer brazo lo hizo Juan Lezcano, que es lo opuesto del clasicismo; le gusta desconstruir el espacio, creando asimetrías y entrecruzamientos. Las paredes son curvas y se engranan sorpresivamente en las esquinas. MB: í¿Cómo y cuándo iniciaste tu colección? í¿Cuáles fueron tus primeras obras? RdlC: Nos iniciamos en el coleccionismo en los ochenta, con los grandes maestros del arte latinoamericano. La primera obra que adquirimos fue "El buscador de estrellas" (1956), de Rufino Tamayo; lo compramos en Christie's. Luego compramos "Femme" (1942), de Wifredo Lam, en París, en la Galería Claude Bernard. Adquirimos después obras de Cundo Bermúdez, Agustín Cárdenas, Roberto Matta, Leonora Carrington y Diego Rivera, entre muchos otros. Esto fue al regresar de vivir 10 años en España. Primero estuvimos educando cinco hijos, con muchas responsabilidades y prioridades. Al casarse los hijos, entramos en otro momento de vida, una especie de renacimiento de nuestros sueños. MB: í¿Quiénes fueron tus primeros motivadores? RdlC: La primera motivadora fue la galerista Marta Gutiérrez. Nos sentábamos con ella a absorber arte. Fue un proceso de aprendizaje. MB: En este espacio veo solo arte contemporáneo. í¿Cómo cambiaste? í¿Por qué? RdlC: Teníamos otras inquietudes. Nuestro interés estaba centralizado en el artista y en la actualidad. Queríamos preservar el presente del arte para el futuro de las generaciones. íâ°ramos y somos gente incorporada a la comunidad, a la vida; queríamos incorporarnos a nuestra vida contemporánea. Nos decidimos a explorar el arte del presente, a sus artistas. MB: í¿Qué figura jugó un papel importante en este momento de cambio? RdlC: Cristina Delgado Olsen, con quien conocimos a muchos artistas. MB: í¿Cuáles fueron las primeras obras contemporáneas que adquiriste? í¿Por qué? RdlC: Las primeras fueron de Ana Mendieta, porque es una obra que busca ganar un espacio, un lugar simbólico y físico. Y es la tierra, como gran madre, como espacio universal. En nuestro caso, también tuvimos que ganar un espacio, cuando tuvimos que abandonar Cuba. Su obra simboliza entrar en la tierra, arraigarte. Otras obras fueron las de Alfredo Jarr , Félix González Torres, José Bedia y Guillermo Kuitca. MB: í¿Puedes hablarnos de las obras contemporáneas que coleccionas? RdlC: Empezamos con ellos y otros más: Jorge Pardo, Carlos Alfonzo,Teresita González, Arturo Herrera, José Antonio Hernández Diez, Doris Salcedo, Ernesto Neto, Gabriel Orozco, Rubén Torres Llorca. Pero entendimos que no podiamos participar de la idea de dividir el arte, pues éste tiene carácter universal. Ampliamos la colección a artistas japoneses, ingleses, españoles, americanos contemporáneos, con Yoshimoto Nara, Jim Hodges, Sarah Morris, Utah Barth, Peter Doig, Naomi Fisher, entre otros. MB: í¿Cómo es tu conexión con las obras? RdlC: Se crea un rapport con ellas y con los artistas. Hay un flujo de comunicación que permite entender mejor los sentidos que tienen los trabajos. Por ejemplo, Félix González Torres hablaba de "moments of happiness" en la vida, esos momentos especiales, breves y máximos, que todos experimentamos. En la obra de Félix González Torres, "Untitled (America #3)" de 1992, es una cuerda eléctrica con bombillos, la cual puedes colgar del techo o colocar como quieras en el espacio, alude al símbolo de la luz como iluminación. MB: í¿A este espacio lo llamas el recinto de las reminiscencias? RdlC: Lo llamo también mi cuarto "espiritual" porque es un recinto muy intimo, con obras de Doris Salcedo, de Colombia, y del español Juan Muñoz, que expresan el sentido de la casa, de la nostalgia y de los tiempos. Doris Salcedo por ejemplo, usando muebles antiguos, te plantea las reminiscencias de la casa y lo que quedó de ella después de la violencia que persiste en ese pueblo trasvasado por las guerras sociales. MB: í¿Cuál es tu aspiracion dentro del medio del arte? í¿Qué me comentas? RdlC: Nos interesa ayudar al artista contemporáneo, realizar copatrocinios, aportar fondos para museos con esas inquietudes. Fueron y son intereses fundamentales que tenemos como coleccionistas. Creemos en la figura del sponsor y en la labor de mecenazgo. Si un artista no exhibe en un museo no perdura. El arte latinoamericano contemporáneo necesita del apoyo del coleccionista. Hay resistencia a aceptar lo nuevo. Las personas que estan al día en cuestiones tecnológicas, no aceptan todavía los nuevos medios en el arte, no los asimilan. Algunos todavía quieren acomodar la obra al mobiliario de la casa . Es difícil cambiar la mentalidad. Los artistas latinoamericanos contemporáneos estan ya en las grandes colecciones internacionales pero no están en muchas colecciones latinoamericanas. MB: í¿Qué piensas de las Ferias? í¿Y Basel? RdlC: No sólo los museos y las bienales son claves. Las ferias de arte permiten seguir la pista de los artistas, de lo que están haciendo y amplían la proyección. En la Feria de Basel que viene a Miami en diciembre del 2002 estamos tratando de traer obra brasileña con la Fundación Humex. La Feria de Basel es fundamental en la proyección del arte Contemporaneo. Para ese momento todo el Design District estará activado a su máximo. MB: í¿Cómo es el espíritu de tu colección? RdlC: Esta es una colección inspirada en la belleza. No es una coleción ni violenta ni agresiva. Es una colección reposada, que no grita, que no es frontal. La violencia que indudablemente encuentras en las obras, pongo como caso las fotografías de Andres Serrano, es subliminal, subterránea. En "Clown verde", predomina de tal manera la belleza del color verde, que se borra la violencia de la escena, del enmascarado de capuchón y la carga simbólica de cobardía, mal o mentira que se plantea. Las obras que compro tienen todas un mensaje implícito. MB: í¿Qué artistas te han llegado más? RdlC: Felix González Torres fue uno de los más cercanos; cuando murió fue un vacío enorme para mí. Pero con la mayoría mantengo estrechas relaciones de intercambio, de amistad. A quien no conozco personalmente es a Sigmar Polke. MB: Para ti, í¿qué es arte? RdlC: Responder qué es arte en la actualidad, te lleva por caminos no tradicionales. El artista actual tiene versatilidad, no se rige por un patrón o un estilo. No se rigidiza en un solo camino. Hay una infinita libertad de creación y se expande la definición del arte. El arte de hoy día se amplía hacia terrenos impredecibles, creando instalaciones, objetos, videos, performances, con múltiples materiales y materias. Importa mucho el mensaje. MB: í¿Cómo compras? í¿En que te basas? No compro por impulso. A veces hay piezas que me fascinan pero antes de comprarlas, me hago la pregunta: í¿cómo encajarían en mi colección? Con la respuesta que me dé, decido la compra o no. Toda colección debe regirse por una lógica, por un criterio o un enfoque. No puede comprarse de todo. Es una decisión racional. Y cuando un un artista entra en mi colección continúo comprando sus obras, siguiendo su hilo creativo y su trayectoria. Tengo siete cuadros de Guillermo Kuitca, por ejemplo. Todo lo que entra en la colección es un compromiso de investigación y de seguimiento. Por eso soy tan cautelosa al comprar. MB: í¿Nuevos artistas? RdlC: Recientemente compré una obra de un artista joven de Miami, Tao Rey. También compré a Hernán Bass. Ninguno de los dos es un consagrado, pero entran dentro del espíritu de mi colección... MB: í¿Y la familia? í¿Se identifica con tu colección? RdlC: Los dos nietos que viven en Miami, de 14 años y de 10 años, trajeron a sus clases a visitar la colección. Las cartas que enviaron luego fueron sorpendentes. Los niños tienden a identificarse con el arte contemporáneo. MB: í¿Cómo te defines como coleccionista? RdlC: Soy obsesiva por todo lo que es vital, lo que es energía, lo que está en efervescencia. Veo el arte como la expresión de una lucha, de algo en gestación. |
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