REVIEWS - EDGAR SÁNCHEZ. MAN IN THE URBAN ENVIRONMENT

Freites Gallery, Caracas

Por Benko, Susana
REVIEWS - EDGAR SÁNCHEZ. MAN IN THE URBAN ENVIRONMENT
Doble acontecimiento ha tenido lugar en la ciudad de Caracas el pasado 4 de junio: la apertura de la nueva sede de la Galerí­a Freites, una hermosa y moderna edificación de cuatro plantas diseñada por el arquitecto y escultor Julio Maragall, y la inauguración de la exposición de Edgar Sánchez con su obra más reciente.
Abrir este espacio con esta muestra tiene sentido. Edgar Sánchez, artista de reconocida trayectoria nacional e internacional, siempre se ha caracterizado en tomar al hombre como protagonista principal de su obra. Antes el motivo era el detalle de un aspecto de los rostros humanos: accidentes de piel, porosidades, vellos, entre otros. En estas piezas casi podí­amos sentir la transpiración de estos seres. Luego el artista fue distanciando el punto de vista al rostro completo del "retratado" para ahora, contrariamente, mostrarnos al hombre, sin rostro o mejor, al ser anónimo en su circunstancia urbana. Pero esta no es la única diferencia: si antes el tema era el ser individual, ahora es la masa colectiva, aún más anónima.
Desde el punto de vista formal, Sánchez aplica una técnica que, de alguna manera, recuerda el afán por "texturizar" la superficie pictórica que hemos visto en sus pinturas anteriores. Si antes veí­amos que lo hací­a mediante trazos -resultado de su experiencia como excelente dibujante - ahora se trata de un tramado hecho con un pequeño rodillo y la pintura misma. El resultado es velar aún más al transeúnte pues el ambiente citadino se vuelve atmósfera, una atmósfera en ocaso, pues la constante son los tonos ocres y naranjas. Si bien hablamos de ocaso, este recurso, no obstante, nos remite a un nuevo protagonista: la luz. Los seres y la ciudad se develan mediante esta atmósfera "tornasolada" y el resultado es un mundo en actividad, inmerso en el smog urbano, gente que se desenvuelve en medio de las emergencias cotidianas. Los tí­tulos de las obras son esclarecedores: El espacio luminoso, Doble atardecer, En la calle, En el espacio urbano, El sabor de la penumbra, entre otros.
Edgar Sánchez ha tenido un interés particular por el tratamiento espacial con que ha concebido los rostros de sus figuras humanas (porque aquellas "pieles" podí­an leerse como espacios porosos, o, "espacios de piel"). Siguiendo este interés por el espacio, vemos ahora a un artista-cronista del hombre de la ciudad. Sólo que su crónica es una narración pintada: visiones que dicen todo lo que podemos aprehender de nuestro entorno urbano apelando a la riqueza sensorial de nuestra mirada. Sin discursos innecesarios, el artista se integra a este entorno. En medio de la bruma y los reflejos cambiantes de luz, dice todo sobre la condición social del hombre de ciudad, sobre el desequilibrio ecológico y la contaminación que nos rodea. Todo ello con la imagen y su pincel en mano.