ARTEBA 2006

Camino a la excelencia

Por Costa Peuser, Marcela
ARTEBA 2006

Con un muy buen nivel de ventas, casi 100.000 visitantes en 6 dí­as de feria, la presencia de 150 invitados extranjeros entre coleccionistas y directores de museos internacionales, 67 galerí­as participantes, 17 del exterior, cerró sus puertas la 15 edición de arteBA, Feria de Arte Contemporáneo de Buenos Aires.
El consenso fue unánime: la feria estuvo fantástica.

Los objetivos de la Feria se cumplieron: Museos e Instituciones nacionales acrecentaron sus respectivos acervos gracias a distintos y creativos programas de adquisiciones; previews para coleccionistas en los que se cerraron numerosas operaciones; presencia de publicaciones del exterior que permitieron un rico intercambio y un público entusiasta cada vez mas atento e interesado.
Una fuerte presencia de artistas de la generación intermedia con obras de altí­sima calidad, puso de manifiesto la inteligente decisión de jugarse por la excelencia y de ubicar en esta gran vidriera del arte a quienes marcaron un camino, como así­ lo demuestran la cantidad de obras de Marta Minují­n, Edgardo Giménez, Luis Benedit, Antonio Seguí­; los concretos como Lozza, Arden Quin, Enio Iommi, y Juan Melé y los cinéticos Le Parc, Marta Boto y Gyula Kosice.
La presencia en la feria de directores de museos de Estados Unidos, como Julián Zugazagoitia, del Museo del Barrio de Nueva York y Gabriel Pérez Barreiro, del Museo Jack. S. Blanton de Austin, Texas, comprando obra de artistas argentinos y de otros del continente, ratifican la idea de que éste es un buen momento para el arte latinoamericano.
Espacios amplios que permitieron buena visibilidad de las obras expuestas. Una feria que no agobió con excesos. Un Barrio Joven con lugar propio y una muy cuidada sección para el video: Caja Negra / Cubo Blanco. Con buenos espacios para la charla y el relax. Y, por primera vez brindando servicios: Internet, una cuidada sala de prensa y oficinas de la Secretarí­a de Cultura y de Aduanas para que los coleccionistas extranjeros que compraran obra pudieran, desde allí­, realizar los trámites requeridos para el traslado de las mismas.

Los destacados

Los artistas concretos y cinéticos, sin lugar a dudas, fueron las vedettes de la feria. La venezolana Durban Segnini Gallery, con sede en Miami, presentó excepcionales piezas de Carmelo Arden Quin, Bolí­var, Gyula Kosice, Jesús Soto y el joven argentino Beto De Volder, cuya obra fue adquirida por El Museo del Barrio de Nueva York. La galerí­a local Laura Haber, presentó una variada selección de obras de Lozza, Arden Quin y Bolivar. GC Estudio de Arte, también local, volvió a destacarse este año por un impactante montaje y exhibió obras históricas de Julio Le Parc, Gyula Kosice y Marta Boto. Presentó también una sección dedicada a importantí­simas obras de León Ferrari de distintas épocas. Alvaro Castagnino y Ruth Benzacar, también presentaron obra del artista ya consolidado en el mercado internacional.
Como ya nos tiene acostumbrados, Galerí­a Sur de Uruguay, presentó obras dignas de museo. Incendio en el barrio de Juanito Laguna, una obra de Antonio Berni premiada en la Bienal de Venecia de 1962. Y dos obras de Hlito, que nunca se habí­an exhibido. Otras excelentes obras de Berni fueron expuestas por la brasilera Baró Cruz y las locales Palatina y Daniel Maman. Esta última exhibió unas soberbias obras de Ernesto Deira de medidas fuera de lo común.
La Galerí­a Ruth Benzacar, la más contemporánea de las propuestas, presentó un mural de Pablo Siquier, un video de Jorge Macchi, una sinfoní­a de martillos que se destruyen uno a otro y, a la vez, pintan la obra. Una caja-instalación de Sebastián Gordí­n que representa la estación ferroviaria de Rotterdam -adquirida para el Jack S. Blanton Museum de Austin, Texas- y fotografí­a de Flavia Da Rin acompañadas por una fantástica obra de Alejandro Puente, otro artista de los 60.
En el mundo entero hay en este momento una revisión del arte Pop, en la feria la dupla Marta Minují­n-Edgardo Giménez, presentados por Lila Mitre, fue un éxito de ventas. El mismo resultado obtuvo Loreto Arenas, la otra galerí­a local que vendió un espléndido vidrio de la artista y que además ubicó todas las obras de uno de sus artistas más jóvenes: Juan Batalla ya conocido en el mercado por sus obras realizadas con cámaras de bicicletas. Julio Alan Lépez en Dharma y Marcelo Vattuone en la galerí­a de Isabel Anchorena, fueron otros jovenes artistas que vendieron practicamente todo lo expuesto poniendo de manifiesto la tendencia del mercado local. Grupo Escombros, el colectivo de artistas presentado por Galerí­a Arcimboldo que se caracteriza por su obra de fuerte contenido social, también logró un muy buen nivel de ventas.

Creciente presencia del exterior

Cecilia de Torres, de Nueva York, sorprendió, junto con Debbie Frydman -quien colaboró en el proyecto- con el joven artista de Venezuela Elí­as Crespí­n. Su obra, en la que convergen ciencia y arte, ya pertenece al patrimonio El Museo del Barrio de Nueva York. Una obra en la que convergen ciencia y arte. Crespí­n, como su abuela Gego, dibuja en el aire, pero, ahora, asistido por una computadora. Luis Adelantado, de Valencia y Miami, presentó obra de Oswaldo Ruiz, joven artista de origen mexicano, que fue un éxito de ventas en las dos últimas ferias en las que participó; y de los fotógrafos Alexander Apóstol y Darí­o Villalba, un maravilloso joven de 70 años que desde hace 50 trabaja la fotografí­a como lo hacen los jóvenes fotógrafos de hoy: imprime sus fotografí­as sobre enormes telas emulsionadas y las interviene. Jacob Carpio de Costa Rica y Miami, se presentó por primera vez en arteBA, con artistas como Valentina Liernur, Priscilla Monge, José Rosenblatt y Alejandra Mettler, cuya fotografí­a fue la primera obra vendida del stand.
Este año se notó una fuerte presencia de Brasil; siete galerí­as presentaron sus propuestas. Baró Cruz, quien incentiva el intercambio con artistas internacionales, presentó una fantástica obra de Jac Leirner, fotografí­as de Chema Alvargonzalez y de los argentinos Martin Di Girolamo, Sebastián Gordin y una excelente obra de Guillermo Kuitca. La Galerí­a Nara Roesler trabaja con sus artistas y curadores, posibilitando muestras en distintas instituciones fuera de Brasil, como fue el caso de Artur Lescher que expuso en el Malba y Thomas Cohn, quien mantiene una relación especial con la Argentina. Otras participaron por primera vez, como es el caso de la Galerí­a Leme, Laura Marsiaj Arte Contemporí¢nea que presentó la obra más barata de la feria: un video de $150. "Sin Comentarios", la obra de Leonor Barros, artista que viene de las letras simula, a través de gestos y el clásico sonido del tecleo, una máquina de escribir. La Galeria Virgilio, una galerí­a paulista relativamente nueva y Casa Trií¢ngulo, un referente en la historia del arte contemporáneo brasileño, en cuya propuesta se destacó una obra de Felipe Barbosa y de la argentina Silvia Gurfein.

Fotografí­a y video

En esta edición la fotografí­a ocupó un lugar destacado. La peruana Cecilia Paredes presentó una maravillosa photo performance en el espacio de Arte x arte; la galerí­a colombiana Alcuadrado seleccionó obra de Juan Fernando Herrán que alude a la realidad polí­tica de su paí­s. De Saamer Makarius presentado por Galerí­a Vasari, fueron un éxito sus retratos de famosos artistas escritos y firmados por ellos mismos, un verdadero hallazgo para coleccionistas exquisitos.
De igual manera que en el campo internacional, el videoarte argentino está buscando ocupar un lugar de prestigio en colecciones oficiales y privadas, tanto locales como internacionales. Caja Negra / Cubo Blanco, el espacio curado por Graciela Taquini y Rodrigo Alonso, presentó en arteBA las producciones más destacadas de América en esta disciplina. Pudieron verse videos pertenecientes a las colecciones institucionales del MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, España) y del Chelsea Art Museum (Estados Unidos), así­ como una serie de obras presentadas por galerí­as de Bolivia, Brasil, Paraguay, Chile, Perú, Uruguay y de Argentina.
Fueron dí­as en los que se vivió un clima de ebullición contagiosa reforzado por la certeza de que apostando a la excelencia arteBA va camino a consolidarse como la mejor feria de Latinoamérica.