Reviews - Light and Atmosphere

Light and Atmosphere

Por Caputo, Amalia
Reviews - Light and Atmosphere
Luz y Atmósfera han sido fenómenos estudiados en profundidad tanto dentro del mundo de la ciencia como del arte. Desde ambos medios, conforman una presencia importante en nuestra percepción del mundo natural. En esta ocasión, Cheryl Hartup, curadora de la muestra, se plantea una exposición inspirada en las obras adquiridas recientemente por el Museo de Arte de Miami y se interesó en las múltiples posibilidades en que los artistas desarrollan la luz y la atmósfera, desde lo formal hasta lo psicológico, lo metafórico y lo espacial. Ha reunido a un total de 27 artistas de diez paí­ses diferentes, en tres ejes temáticos definidos: la luz y la figura, la luz en el mundo natural y la luz en el espacio arquitectónico. Kira Lynn Harris abre el recorrido expositivo con una serie de imágenes fotográficas de su habitación y cómo la luz entra por la ventana de su apartamento de Harlem a la hora del crepúsculo, haciendo una paradójica reflexión entre la noción de belleza natural y el espacio fí­sico real.
Artistas como Paul Hodgeson plantean una relación curiosa entre la realidad y la ficción espacial, ubicando a sus figuras en paisajes ficticios pintados, o como el artista mexicano José Dávila que construye espacios reales temporales y luego los fotografí­a. La artista Wendy Wischer proyecta sobre el edificio del museo una imagen de la luna, creando una falsa percepción de espacio, el reflejo de una fenómeno natural en un espacio artificial. Se muestra el uso de diferentes materiales. El artista alemán Wilhelm Moser, por ejemplo, encapsula imágenes fotográficas dentro de cajas de resinas plásticas transparentes y las pende de la pared en perpendicular para crear un espacio de luz posterior que añade volumen y profundidad a la imagen.
Mark Koven trabaja con fotografí­a lenticular en tres dimensiones, creando una sala que reune espacios naturales como cielo y arena en un juego visual de un espacio que se invade, se transita. Opuestos en la naturaleza como cielo y tierra, se confunden por efecto óptico en el suelo mientras caminamos sobre esa superficie resbalosa, es lo más impactante de esta pieza cuyas imágenes superiores no aportan ni suman al efecto visual logrado.
Probablemente, una de las piezas más interesantes de la muestra serí­a 1i OO4 de Magdalena Fernández, instalación espacial hecha con láminas muy angostas de espejos que penden del techo y que crean una relación de percepción y espacio que nos remontan a la experiencia visual de los maravillosos penetrables del también venezolano maestro Jesús Soto, sólo que sin penetrar fí­sicamente la pieza o siquiera tocarla.
En ésta instalación, entramos en un espacio visual nuevo, creado, y no podemos sino buscar nuestra propia imagen que aparece y desaparece. Asimismo, una retí­cula pequeña conformada por pequeños cí­rculos de espejos en la pared crean dimensionalmente otra sensación del espacio fí­sico real.
La obra de Christopher Buchlow, creada con una cámara pinhole de fabricación casera, es sin duda uno de los experimentos más logrados de representación de la luz ya que las imágenes que retrata son figuras creadas por exposición directa del cuerpo sobre el papel fotográfico que es pintado con luz a través de los múltiples agujeros de la Pinhole , creando siluetas provenientes de sus sueños que representan de alguna manera el espacio o la atmósfera de la psique, Gertude Goldshmidt -GEGO- dibuja sin papel sobre la pared proyectando la sombra de una retí­cula construida en alambres, poniendo en juego la formalidad de la luz y la sombra.
La selección de piezas incluye además obras de José Manuel Ballester, Christopher Bucklow, James Casebere, Ralston Crawford, Philip-Lorca di Corcia, Rineke Dijkstra, Anthony Hernández, Todd Hido, Paul Hodgson, Craig Kucia, Teresita Fernández, John Meyerowitz, Brad Lachore, Marí­a Martí­nez-Cañas, Joel Meyerowitz, Richard Pasquarelli, Sean Scully y César Paternosto, entre otros.
Lo que redondea la muestra quizá sea el manejo no literal del planteamiento conceptual de la curadora, que ofrece ricos y variados matices, así­ como diferentes niveles de lectura de la misma, lo que genera un discurso particular a un fragmento creciente de la colección del museo. En un momento en que el arte parece mirar hacia agendas más sociales o polí­ticas, el mirar a través de conceptos abstractos para generar contenidos se torna refrescante.