Heriberto Nieves

El cosmos ideal de Heriberto Nieves

Por Pérez Ruiz, José Antonio
Heriberto Nieves

Mantener la armoní­a ensoñadora de lo paradigmático es el desafí­o que debe enfrentar Heriberto Nieves. Vencer, como lo ha hecho, demuestra sus capacidades para superar retos artí­sticos.

Las exposiciones: Universos Geométricos: constelación fecundada presentada en A. Cueto Gallery y cí­rculos de difracción desplegada por Heriberto Nieves en el Museo de Arte Moderno en Santo Domingo de Guzmán, República Dominicana, se encuentran í­ntimamente vinculadas. La primera se inauguró en mayo y la otra en septiembre de 2003. Ambas poseen enlaces con una cosmologí­a expansiva cuyo crecimiento acelera ante nuestros ojos gracias a los adelantos tecnocientí­ficos que continuamente descubren parajes espaciales desconocidos. Poder contactar visualmente reflejos hasta ahora desconocidos a milenios de años de luz, abre al artista nuevos talleres imaginativos que amplí­an los horizontes creativos. En las concepciones del escultor entran en escena conceptos utópicos cuya función es interpretar las reglas ordenadoras del universo. Su quehacer responde a planes donde no da cabida a tendencias que puedan suscitar brotes caóticos.

Los espacios que median entre las piezas son convertidos a través de la magia de un montaje inteligente, en elementos fusionadores que transmiten al observador la idea de unidad de una colección de perfiles diversos. Ese hilo unitivo inmanente en su labor es un concepto a través del cual imprime proyecciones que participan de la herencia abstracta del siglo XX y le agrega nuevos alcances. Existe en las piezas estudiadas una voluptuosidad que el artista maneja a través de la implementación de un geometrismo que le conduce a controlar cualquier intento de fuga visual. No obstante, alcanza originar presencias en que el aquí­ y el ahora permiten interpretaciones amplias. El pensamiento puede así­ concebir epopeyas grandiosas del futuro en un cosmos que apenas comenzamos a conocer.

Las obras de Nieves otorgan respeto a las máximas de mesura y equilibrio del clasicismo. Lo interpreta desde el punto de vista de un arte conducente a lo meditativo. Sus composiciones aparentan concentrar energí­as que convergen en los planos internos de cada pieza. Hay en toda la colección un pitagorismo que proporciona alcances ópticos intensos a cada una de sus expresiones. Si contemplamos detenidamente el conjunto advertimos los recursos utilizados por el artista para establecer un fluir cí­clico que da nuevos brí­os a la idea cultivada en la antigüedad del eterno retorno.

La muestra hoy presentada posee elementos hasta el momento inéditos en su producción. Su universo alcanza proporciones mayores y a la vez le imprimió variantes cromáticas en que el rojo juega un rol fundamental. A veces, la pigmentación viene a ser auxiliada por los efectos de luces y sombras. Si a todo ello agregamos los orificios transparentes en que el vací­o se integra como parte esencial de los valores escultóricos, podemos ver cómo moviliza matices y huecos para imprimir sensaciones de aceleración que han de ser conjugadas con el temperamento del conjunto. Todas las novedades internas se integran a una vitalidad en estado de evolución permanente.

De esa manera cada una de las tallas actúa como arquetipo dentro de un mundo ideal. Heriberto nos conduce a meditar debido a la naturaleza neoplatónica palpitante en su obra. Al igual que todo lo concebido con intenciones utópicas, existe en su quehacer un factor de tensión; éste puede provenir de la pugna entre lo sublime y lo imperfecto. Perder lo primero constituye un paso que vuelve a involucrarnos en lo rutinario.

La incursión hacia un colorismo radiante llevada a efecto por Heriberto Nieves para su exhibición en la República Dominicana es atrevida, pues le lleva a caminar sobre una especie de cuerda floja. Mantener la armoní­a ensoñadora de lo paradigmático es su desafí­o. Vencer, como lo ha hecho, demuestra sus capacidades para superar retos artí­sticos. Probablemente su principal herramienta para lograrlo es la paciencia para transmitir sutilezas.

En las presentaciones de Heriberto Nieves existen convergencias de sentimientos, experiencias y pasiones. Éstas provocan en sus interlocutores una mí­stica sensoespiritual conducente a proveer proyecciones que profetizan aventuras futuras. Bullen en su obra elementos excéntricos cuya acción perceptible facilita al espectador su disfrute.