ART BASEL 2005

Messe Basel Messeplatz - Basel, Switzerland

Por Costa, Sidonio
ART BASEL 2005
El evento más destacado y publicitado a nivel internacional que se celebra en Basilea, se desarrolló este año con renovado éxito. Art 36 Basel se llevó a cabo entre el 15 y el 20 de junio. La edición de este año fue descrita por su director, Samuel Keller, como "una de las más exitosas en la historia de la feria". Con un récord de 275 galerí­as participantes, sumado a un importantí­simo récord de asistencia que incluyó a 56.000 visitantes y 1700 representantes de los medios, los organizadores de Art 36 Basel tuvieron sobrados motivos para sentirse satisfechos. Lo mismo puede decirse de las galerí­as que presentaron obras y que de acuerdo con el informe final de la feria, registraron récords de ventas.
Art Basel es una fiesta, un acontecimiento de alto perfil, un evento atractivo desde todo punto de vista. Éste fue uno de esos años en que la totalidad de los profesionales del arte que asistieron se encontraban en "overload mode", o dicho de otro modo, "con todas las luces prendidas". Todos vení­amos de la inauguración de la Bienal de Venecia, sin tiempo material de respirar entre estos dos imponentes acontecimientos artí­sticos. Puede haber sido una sobrecarga de arte, pero no fue un exceso, gracias a la estimulante atmósfera generada por la variedad de opciones ofrecida por las galerí­as participantes.
Art Basel y Art Basel Miami Beach han visto garantizado su respaldo financiero con la extensión del auspicio de UBS por un nuevo perí­odo de tres años. En vista de ello, los organizadores de la feria prometen presentar más y mejor arte moderno clásico en el futuro, y también prometen comprometerse aún más en la selección de galerí­as que representen a artistas nuevos y emergentes. Este año, la serie Conversaciones presentada por Art Basel volvió a ofrecer una buena oportunidad para que tanto artistas como coleccionistas y curadores tomaran parte en los principales debates sobre temas que atañen a la exposición y el coleccionismo de arte. Como novedad, Art Basel ofreció a visitantes y expositores la sección Libros de Artista, que tuvo un buen recibimiento por parte del público y dio impulso a la venta de libros relacionados con el arte dentro de la feria.
Fiel a su tradición, Art 36 Basel continuó mostrando la obra de algunos de los grandes clásicos del modernismo. Me gustarí­a mencionar algunas obras maravillosas de Schiele y Klimt, dos de mis favoritos. También fue posible admirar obras de Miró, Cy Twombly, Paul Klee y Picasso.
Serí­a imposible mencionar a todos los artistas clásicos representados, pero esta reducida selección fue exhibida por las diferentes galerí­as en una forma que suscitó respeto y admiración, confirmando que Art Basel nunca ha abandonado -y tal vez nunca lo haga- su compromiso de mostrar buenas obras del modernismo clásico. Con el mejor de los resultados, en mi opinión, ya que el público joven que visita Art Basel se beneficia con esta polí­tica, y de acuerdo con lo que pude observar en la feria, se deleitó con la posibilidad de disfrutar de algunas de estas obras clásicas.
Entre las galerí­as que representaron a algunos de los artistas latinoamericanos se contaron la Galerí­a Fortes Vilaí§a, que mostró obras recientes de Vik Muñiz, Sisyphus after Tiziano, de 2005, fotografí­as en color de materiales de descarte. Se trató de obra nueva con un efecto estético realmente interesante. La Galerí­a Goldman Marian, de Nueva York, presentó dos obras de Gabriel Orozco: fotografí­as cromogénicas y acrí­licos sobre tela, de la serie Spinning and Rotating (2004).
En la categorí­a audiovisual, la galerí­a italiana Marco Noire Arte Contemporáneo ofreció una proyección de DVD del artista mexicano Miguel Ángel Rí­os. Fue la segunda oportunidad en la que la obra de este artista latinoamericano se mostró en Art Basel. El video exhibido estaba basado en Wally, el famoso personaje de la opera de Alfredo Catalani, cuyo canto hace referencia a un corazón que sufre mientras un remolino de trompos gira moviéndose hacia adelante y hacia atrás, imitando la interacción del cortejo y los encuentros amorosos. Mientras giran, los trompos se alejan unos de otros solamente para volver a tomar contacto una y otra vez, hasta que todo movimiento cesa, simbolizando el fin de la vida y el amor.