GRACIELA SACCO

Diana Lowenstein, Miami

Por Caputo, Amalia
 
Pudimos apreciar recientemente en la Galerí­a Diana Lowenstein la obra de la artista argentina Graciela Sacco, el grueso de la cual transita entre la fotografí­a, el video y la instalación.
GRACIELA SACCO
Pudimos apreciar recientemente en la Galerí­a Diana Lowenstein la obra de la artista argentina Graciela Sacco, el grueso de la cual transita entre la fotografí­a, el video y la instalación. Utiliza diversos procesos fotosensibles tales como la heliografí­a, inspirados en las técnicas de emulsión/sensibilización del siglo XIX y que, al ser utilizados en soportes diversos, tales como persianas, látex, acetatos, cristales y telas, entre otros, reflejan sobre todo, su preocupación formal por la luz y la representación/percepción e ilusión óptica de la misma.
Los sujetos que pueblan sus instalaciones o proyecciones son por lo general imágenes de cuerpos anónimos, que parecen marchar o deambular por la vida y transitan por espacios urbanos irreconocibles en expresiones neutrales casi inexpresivas. Los fantasmagóricos personajes fragmentados que Sacco registra tienen en común una mirada penetrante y, sin embargo, alejada del espectador, y que, sumada a los efectos de iluminación y óptica, provee a las imágenes en sí­ un tono grave y solemne, dando a entender que el conjunto está teñido de cierta reflexión acerca del destino del hombre. O tal vez se trate de metáforas visuales que sirven para explicar nuestras sociedades, anónimas, autoritarias, casi inertes.