Guillermo Perdomo

Metamorfosis Figurativa

Por Rodríguez, Bélgica
Guillermo Perdomo

Con la convicción de ser un escultor figurativo, Guillermo Perdomo de El Salvador, proclama en su trabajo un tipo de escultura en la que el cuerpo humano es el protagonista temático sin ser su copia fiel ni una imitación banal. El escultor opera en el campo de la investigación del volumen corpóreo para convertirlo, en operación estética, en un objeto escultórico que expresa las tensiones plásticas y lí­neas definidas a partir de una suerte de metamorfosis figurativa que produce una forma de belleza voluptuosa y fina. Es la emoción estética que le lleva a crear esos cuerpos, a veces rectangulares otras redondeados, pero siempre ligados a la posibilidad de reconstituir el alma interior de la pieza y darla al espectador como un regalo de amor. Perdomo no escatima esfuerzo, ni fí­sico ni artí­stico, para entregar su propio ser a la creación de una obra que hoy se inserta en una nueva generación de jóvenes artistas escultores latinoamericanos.

La tradición escultórica figurativa es fundamental para Perdomo. Pero sin ser seguidor inconsciente de la imagen fielmente reconocible, su obra, en sus variantes y propuestas conceptuales, se inserta en el mundo del arte contemporáneo para hacer historia. Sus esculturas son versiones de carácter plástico y artí­stico de lo humano. Y decimos de lo humano, porque no es sólo el cuerpo lo que le interesa sino también lo que dentro de él se encuentra, el alma y el espí­ritu.

En el transcurso de su desarrollo, el artista se ha ido deslastrando de las fórmulas académicas de representación, para mostrar, y demostrar, que el cuerpo, en sentido plástico, se plantea en fórmulas abstractas. Para él, todo esto es una excusa extraordinaria que le permite ejercer su creatividad al fusionar energí­as contradictorias entre el tema, el material y la idea humanista que necesita proyectar. Si bien la belleza, en tiempos actuales, pareciera no ser un valor artí­stico, para Perdomo ésta conforma parte de su léxico plástico. Su obra se ubica en la fuerte tradición de la escultura figurativa que hoy dí­a es un vehí­culo para nuevas ideas. Son precisamente estas nuevas ideas las que dirigen el desarrollo de su obra, obra todaví­a en etapa de evolución, pero que sin embargo ha alcanzado a concluir perí­odos de madurez.

En sus dimensiones experimentales, la escultura de este joven salvadoreño es significante por cuanto ha aportado una nueva visión de la arquitectura del cuerpo del hombre. Este tema, inagotable para la escultura figurativa, se plantea contemporáneamente como la renovación de una identidad artí­stica emergente. Perdomo es un joven creador que, desafiantemente, ha asumido la figuración como una manera de hacer arte.