PATRICIA CAMET CUESTIONA LOS PROCESOS MASIVOS DE PRODUCCIÓN

Partiendo de los daños –ecológicos, sociales, humanos, etc.- que genera el sistema de consumo masivo que predomina en la actualidad, Patricia Camet exhibe en PONCE+ROBLES una obra singular. Conformadas por desechos plásticos, Emoticons x M2, la obra de la artista peruana consta de mas de 1300 objetos agrupados en pequeñas “comunidades” que evocan símbolos.

PATRICIA CAMET CUESTIONA LOS PROCESOS MASIVOS DE PRODUCCIÓN

La obra de Camet se caracteriza por hacer una reflexión acerca de los hábitos de consumo contemporáneos y el efecto que esto tiene sobre el medio ambiente y las nuevas formas de comunicación. Definida como una “arqueóloga” de la actualidad, la artista hace una crítica irónica y poética de todo este proceso.

 

Los objetos, colgados de forma organizada a lo largo de todo el espacio, están conformados a partir de basura transformada en cerámica. En contraposición a los proceso de producción industrial que Camet cuestiona, los residuos mutan al nuevo estado a través de moldes de yeso manufacturados especialmente para cada pieza. Luego, la artista interviene nuevamente sobre las piezas dotándolas de fisionomías y emociones antropomorfas similares a lo emoticones (utilizados a diario por la comunidad global).

Según explica Camet, estas imágenes son retratos deformados, desfigurados y distorsionados. En ellas existe resonancia inquietante, fuerte y confusa acerca del mundo industrial que estamos transitando.

Estos retratos que realiza la artista provienen de un mundo paralelo al nuestro: objetos no reciclables que se presentan a diario en nuestra vida.  Tijeras, maquinas de afeitar, hueveras, hieleras, bandejas y recipientes son algunos de lo objetos seleccionados y agrupados por Camet como huella y radiografía de nuestro proceso de civilización. A partir de ello, el uso del emoticón.

La construcción de la palabra “emoticón” viene de la unión de “emoción” e “ícono”. Así, el ícono sustituye al objeto atribuyéndole una nueva significación. La pared, entonces, reúne retratos de un mundo totalmente tecnológico.