CENSURA Y POLÉMICA EN EL MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE PORTO

Por Matías Helbig

En el Museo de Arte Contemporáneo de Porto (Portugal) a cargo de la Fundación Serralves, desde el 20 de septiembre se lleva a cabo una exposición del polémico fotógrafo norteamericano Robert Mapplethorpe (1946-1989). Sin embargo, artistas, galeristas y coleccionistas anunciaron su rechazo a las medidas de censura tomadas por la institución, causa directa de la renuncia del Director Artístico del Museo de Serralves y curador de la muestra, Joao Ribas.

Joao Ribas, curador de Robert Mapplethorpe: Pictures. Ph: Serralves Museum.

Según explicó Joao Ribas luego de presentar su renuncia, la fundación a cargo de Robert Mopplethorpe: Pictures censuró veinte obras seleccionadas por el curador calificándolas de “pornográficas”.  Y todo, aseguró el curador, contra su voluntad.

Las obras del artista neoyorquino no solo son un legado fundamental para la evolución de la fotografía, su lenguaje y capacidad como expresión artística, sino que también han sido un elemento fundamental para las denominadas Culture Wars (Guerra Cultural) de las décadas de los 80 y 90 en Estados Unidos. Categorizándolas de “inmorales” e “indecentes”, un sector de los funcionarios norteamericanas utilizaba, en aquel entonces, las figuras de ciertos artistas –entre ellos Mapplethorpe- para que el estado abandone el financiamiento de las artes.

De esta forma, replicando lo que hace treinta años ya era considerado retrogrado, la Fundación Serralves, dirigida por Ana Pinho, se viste con aquel antiguo disfraz censurando una decena de obras que constituyen el canon artístico del Western Art.

Indignados por las medidas de la fundación –cuyos dirigentes niegan-, una multitud de artistas, galeristas, colectivos y figuras de la escena artística internacional enviaron una carta a Pinho. Asimismo, Luiz Teixeira de Freitas, uno de los coleccionistas más importantes de Portugal, también envió una carta al consejo directivo del Museo de Serralves notificando su desacuerdo con las acciones ejecutadas, por un lado, y solicitando “en solidaridad con el curador Joao Ribas” al Museo de Arte Contemporáneo de Porto la devolución de setecientos dibujos prestados a la institución por un periodo de diez años (colección que cuenta con obras de Mark Lombardi, Gabriel Orozco y Juliao Sarmento, entre otros).

En defensa del reclamo realizado por el coleccionista portugués, Joao Azinheiro, director de la galería Kubik manifestó: “Todos, por más pequeños o grandes, tenemos el deber de tomar partido sobre estos temas de la forma que podamos. Es importante que el Serralves advierta lo que el mundo del arte tiene para decirle”.

   

   

Por último, cabe destacar la relevancia y actualidad que los trabajos de artistas de la talla de Mapplethorpe tienen para el contexto social del siglo XXI. Robert Mapplethorpe: Pictures no solo ha evidenciado la falta de comprensión de cirtas instituciones conservadoras acerca de la exploración de temas como el erotismo y la sexualidad en el arte moderno, sino que además dan constancia del peso que tienen en nuestros tiempos toda una generación de artistas.

Dicho en otras palabras, así cerraban la carta enviada a la directora de la fundación: “Con el surgimiento del populismo de derecha y las corrientes ultraderechistas, vivimos en un momento de profunda incertidumbre política con relación a las libertades artísticas y académicas. Dentro de este contexto, es lamentable que la Fundación Serralves haya desperdiciado la oportunidad de defender los valores que toda institución cultural debería como hogar del pensamiento, la libertad y la cultura. En cambio, han optado por sucumbir al purismo moral y al conservadurismo social”.