Zoología fantástica ilustrada por Francisco Toledo en el Instituto Cervantes de Nueva York

En 1953, Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero publicaron el primer bestiario extraido de la imaginación universal: Manual de zoología fantástica. Mirando en las mitologías de Oriente y Occidente buscaron las bestias surgidas de la fantasía humana, aunque decidieron excluir de su bestiario aquellas criaturas producto de transformaciones humanas.

Behemoth, ink and water color on paper,24x34 cm

Al visitar el jardín zoológico de las mitologías -cuya fauna no consiste en leones sino en grifos y centauros- concluyeron que "un monstruo no es nada más que una combinación de seres reales" y que, por tanto, las posibilidades de ese arte de combinación eran inacabables”. No obstante, constataron que "la zoología de los sueños es más pobre que la zoología de Dios".

En The Fantastic Zoology by Francisco Toledo, la exhibición inaugurada en Amster Yard Gallery del Instituto Cervantes en Nueva York, con la colaboración del Consulado General de México en Nueva York y Galería Arvil, uno de los más grandes artistas contemporáneos de México contribuye a la expansión del famoso bestiario con criaturas fantásticas originadas en la zoología de las tierras oaxaqueñas. Los trabajos exhibidos se remontan a1983, cuando Francisco Toledo ilustró a mano el libro Fantastic Zoology de Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero (1954), comisionado por el Fondo de Cultura Económica de México.

Los bestiarios, que fueron extremadamente populares en la edad media, se remontan a Aristóteles y la Gracia Clásica. En su manual, Borges y Guerrero reunieron una colección de seres provenientes de un amplio rango de eras y tradiciones literarias, y también incluyeron el intento de crear bestias basadas en las criaturas inverosímiles provenientes de la imaginación de escritores como las que Kafka, Lewis Carroll y Alan Poe conjuraron o imaginaron.
Estos seres fueron recreados por el fantástico artista oaxaqueño Francisco Toledo, que ha dado existencia formal a seres inspirados en la tradición de su lugar de origen: chapulines, iguanas, lagartijas, tortugas y monos. Toledo se embarcó en la compleja aventura de dibujar y colorear las bestias que vislumbraron Borges y Guerrero y produjo esta magnífica serie de dibujos y acuarelas que estructuran esta exhibición.