SANTIAGO DE CHILE – FACTORÍA DE ARTE SANTA ROSA: HISTORIA Y MODERNIDAD

Factoría Santa Rosa constituye un valioso patrimonio cultural, desde múltiples dimensiones, que la convierten en un espacio excepcional. Su directora, Carolina Musalem, nos cuenta cómo fue su transición de fábrica textil a galería de arte.

SANTIAGO DE CHILE – FACTORÍA DE ARTE SANTA ROSA: HISTORIA Y MODERNIDAD

La misión de la Factoría de arte Santa Rosa está orientada a la generación, desarrollo, estudio, integración y comunicación de las artes, a través de las muestras y actividades que allí se realizan. Esto en coherencia con los lineamientos que determinan su condición de espacio multicultural que apuesta a las distintas variantes artísticas latentes en la ciudad. 

 

 

¿Cómo decides tener una galería?

La historia de Factoría Santa Rosa está estrechamente vinculada a la antigua fábrica textil de Musalem, un enclave industrial emblemático del popular e histórico barrio de Franklin. Una vez que la fábrica cierra sus puertas después de 50 años, nos encontramos con un espacio de buen tamaño y en este barrio tan especial. Es aquí que comienza la búsqueda de un proyecto que haga un aporte positivo y en beneficio del sector. Es por esto que apostamos a la apertura de un espacio de arte que sirviera como puente de vinculación entre la periferia y sectores de escasos recursos que no tenían acceso al arte en sus distintas expresiones. La esencia fue democratizar el arte y darles a los lugareños un espacio de entretenimiento y aprendizaje y no crear una galería de arte como hoy nos desarrollamos.

 

Al iniciarte como galerista, ¿qué idea tenías del mercado del arte?

Ni una, venia del mundo empresarial y las nociones eran distintas a las del rubro del arte.

 

¿En qué medida esa idea inicial cambió frente a la realidad del día a día de la galería y a lo largo de los años?

Esa idea inicial cambió a medida que avanzamos. Un espacio de arte se tiene que autofinanciar, esto 8 años atrás. En la práctica fuimos formando un sistema de venta gestionada por la galería en donde el resultado de la venta se transforma en un 70% de comisión para el artista y un 30% para la galería, vigente hasta la actualidad, y poder con ese 30% cubrir los gastos de mantenimiento de la galería. Con esta fórmula buscamos acercar más el arte a la gente, derribar el paradigma elitista del arte y hacerlo ver más accesible.

¿Qué hito destacarías en tu experiencia como galerista?

El Persa del Arte fue el primer hito, forma parte de nuestro calendario en la actualidad, eso respecto a lo nacional. El otro hito que marcó un antes y un después en la galería fue cuando fuimos invitados junto a Felipe Rivas San Martín a ARCO Madrid, una de las ferias más importantes de arte del mundo. Esto da cuenta de que estamos posicionándonos en el mercado del arte.

 

¿Qué criterios definen tu programa como galería? Qué artistas representas, qué tipo de arte difundes, qué clase de exposiciones organizas, ¿y cuáles son los eventos en los que participas?

En los casi 10 años de trayectoria ininterrumpida, promovemos el trabajo de artistas jóvenes y establecidos. Nuestra línea curatorial tiene un enfoque amplio, abierto a las nuevas propuestas que reflexionen críticamente sobre el presente, desde los diferentes lenguajes y movimientos que caracterizan el arte actual. Podríamos decir, que englobamos arte latinoamericano, contemporáneo, moderno, político por nombrar algunos.

Hemos participado en importantes ferias de arte nacional e internacionalmente como SWAB Barcelona, Artlima, Zona MACO, Pinta Miami, Mac Córdoba, Arco Madrid, Buenos Aires Photo, ESTE Arte, Ch.ACO, entre otras.

En las exposiciones, tanto de la galería como las institucionales, trabajamos con curadores. Y actualmente el 70% de los proyectos definitivos que forman parte de nuestro calendario son para los artistas representados, se deja un espacio para invitar a exponer a artistas nuevos.

     

De cara a esta coyuntura de cuarentena global, ¿qué estás haciendo para mantener el ánimo, la actividad de difusión, la actividad comercial?

Desde hace un par de semanas nos mantenemos con teletrabajo, afortunadamente tenemos una disciplina enmarcada en horarios y metas de trabajo diarias y semanales, esto nos ha funcionado muy bien. En cuanto a la difusión, estamos trabajando en fortalecer nuestra presencia en redes sociales, es importante mantener el interés cultural además que en estos momentos se convierte en un nicho de entretenimiento. En la parte comercial estamos insistiendo lo que la misma situación nos permite, las prioridades actualmente son otras, esto nos ha dado el espacio para desde ya ir pensando en el 2021.

 

¿Qué cambios puede generar esta crisis en el funcionamiento de la escena artística?

Se está potenciando el funcionamiento de las actividades online. Estamos conociendo y aplicando nuevas herramientas, la creatividad es la bandera para no quedarse atrás a pesar de las circunstancias que hoy nos apremian. Espero que una vez que pase esta pandemia paulatinamente podremos volver a funcionar con contacto directo con el cliente, ya que dicho contacto, en mi caso como galerista, es fundamental para la comercialización de obras de valores importantes que solo se dan cuando la persona ve la obra en físico. Porque podemos tener unas redes y pagina web regias pero tarde o temprano hay que salir a vender.

     

 

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