Jorge Seguí

De arquetipos y prototipos

By Bello, Milagros M.
Jorge Seguí
  Jorge Seguí­ desarrolla una compleja imaginerí­a, producto de sus indagaciones filosóficas sobre la humanidad. Sus esculturas exaltan un ser ideal y fenoménico, encarnación de lo masculino y de lo femenino en una gesta mitológica; arquetipos universales de la mujer y del hombre en su sentido mas genérico.
Su serie Falsos heroes desarrollada totalmente en Miami es un conjunto donde predominan los torsos de dos figuras sin rostro ni género, que simbólicamente se duplican en dos facetas. Montan sobre un caballo igualmente duplicado en dos cabezas y dos ancas. Es un ser desdoblado que se refleja sobre sí­ mismo. El Falso héroe en su doblez constituye el paradigma de la dualidad humana. El guerrero y su cabalgadura son metáfora del Ser en su duplicidad: su verdad y su investidura, su autenticidad y su máscara; su grandeza y su flaqueza. Seguí­ apunta al corazón del Guerrero de la Luz, de connotaciones humanistas. En el pecho del heroe el escultor marca un anagrama de antiguas significaciones: un triángulo equilátero guarda en su interior el gran Ojo Divino, sí­mbolo de la protección de los cielos. Son piezas en bronce marrón brilloso, de sinuosas curvaturas y volúmenes ligeros, donde se borran las fronteras entre lo masculino-femenino. La composición posee un fuerte corte escenográfico donde contrasta la impactante proyección de las cabezas del caballo con lo hierático de los torsos; la apertura de las patas frontales del equino con la compactada forma de sus patas traseras.
Domina el hundimiento de los rostros como el sí­mbolo de la máscara, elemento obsesivo en los trabajos del artista. Los Falsos héroes son piezas de sutil reflexiva; prototipos para una nueva épica en nuestro mundo contemporáneo.
Seguí­ se orienta igualmente hacia el gran "eterno femenino" como concepto. La mujer es el eje cósmico en su serie escultórica Mujer-Silla, de la que conocemos Miss-Silla, Orgullosilla, Vampsilla y Family Connection. Su última obra de la serie, Illusion-Chair, desarrollada y fundida en Miami en el 2001, corrobora la madurez del creador. Con un sólido logro compositivo y técnico, producto de largas horas de investigación, la figura femenina de 35 kilos de peso se sostiene en la base únicamente por uno de sus zapatos de tacón. El cuerpo se proyecta hacia el vací­o exclusivamente desde ese tacón, reposando elegante y calmo sobre una inexistente silla. Es el reposo sugerido en el espacio lo que impacta y la sensación metarrealista que resulta. Destaca la sutil desproporción de la cabeza respecto del cuerpo para reforzar ?como dice Seguí­? "lo que está unido a la tierra y lo que se desvanece en el espacio". Illusion-Chair es tutelar en la serie Mujer-Silla; produce un vuelco radical en la concepción artí­stica de Seguí­, quien alcanza un dominio creativo sin precedentes.