La obra artística de Nela Ochoa es una laboratorio en el que indaga en la condición humana

Este domingo la creadora inaugurará Post-pretérito, en el Centro Cultural Chacao, con al menos 30 piezas entre instalaciones, telas pintadas o intervenidas, video-arte, esculturas de tela y cortinas que dan un recorrido por la constitución interna de las personas-

La obra artística de Nela Ochoa es una laboratorio en el que indaga en la condición humana

Como un gran laboratorio lleno de muestras médicas, exámenes, pruebas genéticas y hasta experimentos, así es la propuesta expositiva de la artista Nela Ochoa, Post-pretérito, que indaga desde las múltiples variables del lenguaje plástico y científico en la búsqueda de la condición humana.
La exposición que se inaugurará este domingo 20 de septiembre en los espacios de La Caja 1 y 2 del Centro Cultural Chacao (CCCH), en Caracas, sorprende por su búsqueda de lo humano, por intentar decodificar el origen de la vida, por leer a los seres humanos con rayos X e incluso por las posibilidades de jugar a crear o modificar los seres.
La muestra comprende obras de varias etapas de la carrera artística de Ochoa, desde 1987 hasta 2015, que se puede leer como un hilo conductor de sus búsquedas estéticas, centradas en lo humano, en su constitución interna, al igual que muchos otros artistas preocupados por el cuerpo humano.
“Desde hace muchos años vengo trabajando con radiografías, con el gesto y en su evolución, eso me llevó a los genes, lo que se ve en la exposición en esto, a partir también de tomografías, de secuencias genéticas voy urgando en la condición humana que tiene una expresión física, orgánica y hasta de los sentimientos”, comentó la artista en entrevista con el Correo del Orinoco.
Para Ochoa el título de la exposición, Post-pretérito, es una suerte de metáfora “de lo que pudiera haber sido, si hubiese la tecnología” si “hubiese tenido acceso a un laboratorio genético de verdad, es el país de lo que pudiera hacerse, es un futuro negado”.
Al menos 30 piezas se pueden ver en esta muestra que desencaja por tener obras con diferentes partes, por las instalaciones, los telas pintadas o intervenidas, los video-arte, las esculturas de tela, las cortinas que dan un recorrido por laboratorio plástico y experimental de Ochoa.
SIN NADA QUE ESCONDER
En la centro de la primera sala, está Fósil, una camilla de patas rosas que sostiene una estructura genética. La pieza va acompañada de un texto de Max Ridley, “un genetista que dice que si se buscara el alma humana, en los cromosomas, estaría en el centro del cromosoma dos, porque es el punto donde se fusionó la división entre los prosimios y los prohumanos, esa huella de la fusión quedó en el cromosoma dos. Este es un gen del cromosoma dos, ahí está en número donde está ubicado ese gen, y esta es una secuencia genética de ese gen”, contó la artista.
Ochoa emplea en sus piezas materiales propios de laboratorios, instituciones científicas y centros médicos, que junto a su trabajo artístico brindan una experiencia emocionante. En la sala, la artista se muestra completamente con el resultado de un estudio de su ADN realizado por un laboratorio que le ha permitido crear obras en las que presenta su código genético.
Ochoa no se conformó con el informe en papel con los resultados de su estudio genético y le compró al laboratorio el vidrio con los reactivos que tenía su estudio de ADN, que presenta un dibujo de su código y que tomó para incorporarlo a sus obras.
Parte de las piezas de la exposición, le fueron robadas a la artista, y en la muestra exhibe la denuncia, la investigación y lo que le quedó del mal rato. Entre las piezas hurtadas, estaba una instalación original que llevó a una bienal en São Paulo, en 2001. Para esta ocasión, la artista presenta una versión de esa obra con radiografías que tienen su código genético acompañadas de piedras de asfalto, bajo el título Desentierro/país.
“El asfalto, el petróleo es finalmente el producto de todo lo orgánico, en millones, de millones de años, es como una idea utópica de que en millones de años el ADN nuestro pudiera salir, por eso se llama Desentierro”, explicó.

LAS PREGUNTAS DE SIEMPRE
Las elaboración de las piezas, reconoció Ochoa, es un proceso complejo “pero siempre gira alrededor del mismo tema. Los aztecas, los egipcios, todos estamos desde siempre preguntándonos ¿Qué es lo que somos? ¿Por qué somos? y ¿Por qué estamos aquí? Al final son las mismas interrogantes, las mismas angustias del ser humano, de tratar de entender cómo podemos saber, ver el pasado y prever el futuro”.
La búsqueda de esta artista ha llegado hasta Londres, donde visitó uno de los institutos participantes en el famoso Proyecto Genoma Humano. “He hecho contactos con los genetistas, y a ellos les encanta mi obra, siempre me han recibido muy bien. En la exposición que tuve en Miami, en 2009, hubo una conferencia donde fueron varios genetistas a conversar de las obras”.
El mundo plástico de Ochoa tiene pipetas, vidrios con cromosomas, secuencias de ADN, bancos de genes y hasta semillas. También hay un experimento que involucra un pez, como “una propuesta de reparar un cromosoma masculino que está en peligro de extinción, con un gen que se llama MAO-A”.
Al subir al primer piso de la galería, el público se encontrará con esculturas de tela que parten de disecciones, de radiografías de personas con impactos de bala, con tomografías que penetran cerebros, cortinas que escudriñan en las debilidades de los huesos.

OPORTUNIDAD

El público podrá apreciar Post-pretérito, de la artista Nela Ochoa desde el domingo 20 de septiembre hasta el domingo 15 de noviembre, en las salas 1 y 2 de La Caja del Centro Cultural Chacao, en la avenida Tamanaco, en El Rosal, Caracas. El horario de visita a la galería es de martes a domingo de 11:00 am a 5:00 pm. La entrada es gratuita.
T/ Várvara Rangel Hill
rangel-v@correodelorinoco.gob.ve
F/ José Miguel Meneses
Caracas